Espero que os guste :D
Camine lentamente hacia los establos, con la linterna alumbrando el camino.
De repente un caballo relincho de forma brusca y me quede paralizada. Inconscientemente retrocedí un paso. Estaba helada.
No es que tuviera miedo de un caballo, era solo que mi imaginación me jugaba muy malas pasadas, sobre todo si todo estaba oscuro.
-No es nada, no es nada, no es nada… Por favor que no sea nada…
Llegué a la entrada y vi que la puerta estaba abierta.
Con cautela la abrí e iluminé el interior. Estaba tan sobrecogida que temblaba por lo que la luz no paraba de moverse.
Antes de entrar respiré tres veces profundamente y continué caminando al interior, cerrando la puerta detrás de mí.
Me sentía inquieta, no podía parar de mirar a todas partes.
Algo cayó al suelo sobresaltándome. Pegué un pequeño bote que hizo que soltara la linterna. El aparato a pilas se estrelló en el suelo y se rompió, dejándome a oscuras.
-Genial…-otro ruido me impactó-¿Hola?-mi voz era un inaudible susurro-¿Hola?- alcé el sonido un poco mientras avanzaba-. Cualquier cosa menos un fantasma… En serio, cualquier cosa-pedí en un murmuro. La vista se me estaba acostumbrando y ya podía distinguir las cosas-. ¿Hay alguien?-. En cuanto hice la pregunta me sentí estúpida. Como si un ladrón fuera a contestar.
Fui hasta el final del establo sin ver nada. Habría sido el viento o algún animal que se habría colado. Sí, una conclusión lógica, mucho mejor que espíritus malévolos alzándose…
Al darme la vuelta chaqué contra algo y retrocedí de forma brusca. En un impulso chillé de forma estruendosa mientras me cubría la cara con los brazos.
-He, tranquila-alguien me agarró los brazos intentando hacer que parara-. Tranquila Icíar, soy yo.
Miré a la persona que me agarraba y relaje el cuerpo cundo pude distinguirlo.
-Qué… ¿Adam?-me soltó lentamente- Me…-puse una mano en mi pecho. Sentía que el corazón se me iba a salir-. Me has dado un susto de muerte…
-Lo siento…
-¿Lo sientes?-le miré estupefacta-¿Qué haces aquí? ¿Tan temprano trabajas?
-No. Solo se me olvido algo.
-¿Y por eso vuelves en la noche?-me fije en que tenía un bocado en la mano-. ¿Te has olvidado eso?
-No…-me miró intensamente sin mostrar expresión-. Prométeme que no se lo dirás a tu padre.
Volvía a mirar el bocado y luego alcé la mirada hasta sus ojos.
-No me digas que vas a montar en el caballo que te tiró-miró al suelo y soltó un largo y pesado suspiro-. Adam… dime que no planeas hacer eso.
-Si no lo hago lo sacrificaran.
Le mire a los ojos intentando ver que mentía, pero no lo hacía. Tragué saliva y aparté mis ojos de él.
No me gustaba esa idea. Era una apasionada de los caballos.
-Te voy a ayudar-le miré algo insegura-. No se lo diré a mi padre, pero a cambio supervisaré lo que haces.
-Ni de broma. Solo guárdame el secreto y ve a dormir.
-No me trates como si fuera una niña caprichosa. Intento ayudarte para que no acabes con el brazo peor.
-No hace falta que me ayudes-pasó por mi lado, chocando su hombro izquierdo contra el mío-. Hace mucho que deje de ser un crio.
Se acercó a una cuadra, donde un elegante corcel negro como el carbón se acercó a saludarle.
-Adam… Entiendo que no quieras mi ayuda, pero no puedes hacerlo solo.
-¿Por qué pensáis todos que no estoy preparado?-tomo la cuerda que amarraba al equino y lo saco de su estancia-. He visto como lo hacen. Se lo que hago.
-No lo dudo-me miró, intentando adivinar lo que intentaba decirle-. Sé que no vas a descansar hasta que lo hayas domado. Eso te supone un riesgo-me acerqué a él hasta quedar a unos pocos metros de distancia-. Déjame ponerte límites. Por tu bien.
-Se ponerme límites a mí mismo.
-¿De verdad? Tu hombro derecho no dice lo mismo.
Se quedo callado mientras acariciaba al caballo. Le puso el bocado y le dijo unas palabras de ánimo.
-Está bien. No te prometo que acceda a hacer lo que tú digas, pero no te diré que no lo intentes.
-¿Siempre eres tan testarudo?-suspiró y pasó de largo-. Lo que está en juego es tu salud.
-No. Lo que está en juego es la vida de Hades-le dio unas palmaditas al caballo-. No voy a permitir que le sacrifiquen porque nadie se preocupo por él.
Retomó el rumbo hacia el bosque y se metió entre los árboles.
Corrí hacia él esperando no desorientarme en la espesura del pinar.
-¿Adam?-ande a paso ligero pero no le veía-¡¿Adam?!
Todo estaba tan oscuro que empecé a sentir terror. El silencio sepulcral no me ayudaba a tranquilizarme y Adam no me respondía.
-¡Adam!
-No grites-me giré hacia mi derecha, por donde él aparecía- ¿Pretendes delatarme?
-Es que no te veía.
-Ya…-agarró mi mano-. Es por aquí. Hay un claro por aquí cerca. He dejado allí a Hades.
-¿A si se llama?-apartó una rama baja y esperó a que yo la pasara para soltarla-. El caballo me refiero.
-Sí.
-Que original. El dios del inframundo.
-Es negro. Por eso le pusieron ese nombre. Por eso y porque es un hueso duro de roer.
-Me lo puedo imaginar-estrechó mas el agarre y empezó a aumentar la velocidad de su paso-. Espera vas muy rápido.
-No queda mucho hasta el amanecer. Me gustaría que tu padre no se diera cuenta de lo que hacemos.
Cuando llegamos al claro pude ver que ya lo tenía todo preparado.
Había un palo que había clavado en la tierra, y había atado una cuerda a él. Tenía despejado el sitio, quitando hojas, palos y piedras.
Se había esforzado, hasta tenía dispuesto un sitio con agua y manzanas.
Me soltó y se dispuso a montar al animal.
En cuanto se montó este empezó a dar giros y acorrer haciendo cabriolas. En una de sus maniobras tiró a Adam de su lomo.
Fue una dura caída de espaldas. El choque contra el duro suelo fue dolorosamente sonoro.
-¡Adam!-corrí hacia él-¿Puedes moverlo todo?
-Sí…-dijo arduamente tocándose el brazo derecho-. Pero me duele.
Miré al caballo, el cual se alejaba de nosotros.
-No creo que te haya cogido confianza. Vas muy rápido.
-No hay otra opción, solo nos queda un mes.
-¡¿Un mes para domarlo?! Es imposible…
-No voy a rendirme, Icíar-se incorporó en el suelo-. No puedo rendirme.
-Si sigues así podrías acabar parapléjico. Adam lo que estás haciendo es genial, muy noble, pero… tienes que tomártelo con calma.
-No hay tiempo-me miró con una mueca de dolor-. Mi padre quiere ver resultados, y si Carlos no se los da mandara a Hades al otro barrio. No quiero que mi padre se salga con la suya cuando puedo impedirlo.
Miré al animal. Realmente era majestuoso. Comprendía por qué Adam quería salvarlo, pero había prioridades, y una de ellas era no matarse.
-Necesitas cambiar de táctica. Vas muy deprisa ¡Mírale!-señale al corcel negro-. No tiene confianza en ti. Déjame ayudarte.
-¿Me garantizas que funcionará?
-No. Pero avanzaremos más.
-¿Cuánto?
-Lo suficiente como para dejar que te acerques más-le ayudé a levantarse-. No tienes nada que perder. Si no confía en ti no se puede hacer nada.
El joven cerró los ojos fuertemente, meditando mis palabras y su respuesta.
Cuando los abrió me miró fijamente, demostrándome que no tenía ninguna duda al contestarme:
-Vale, lo haremos a tu manera.
-Cinco minutos más.
La noche había sido una locura, me había pasado horas ayudando a Adam a domar a Hades. Habíamos hecho que el caballo caminara a nuestro lado cogido de una cuerda, también habíamos jugado con él y le habíamos recompensado.
-Ni de broma ¡Despierta ya!-miré bruscamente a la persona que me daba con el cojín-. Venga.
-Taylor…-me di la vuelta perezosamente-. Tengo sueño.
-Puedo imaginarlo-se levantó de la cama-¿Qué hiciste ayer por la noche?
-¿A qué te refieres?
-Ni lo intentes-levantó el dedo índice de forma acusadora-. Tengo el sueño muy ligero.
-Me pareció oír algo en las cuadras y fui a mirar.
-¿Durante cuatro horas?
-Claro. A mi ritmo-me estiré y tras desperezarme me dirigí al baño-¿Qué tal as dormido?
-Bien, pero no me cambies de tema-Tay me siguió, mirándome perspicazmente-¿Tu ritmo? Eso no tiene sentido. Al menos que sea el ritmo tortuga, no, el ritmo caracol.
-Me has pillado. En realidad mi madre es una tortuga-me hecho una mirada furtiva-. Vale, vale. No te he mentido del todo.
-No, solo omites lo que hiciste luego de comprobar que era ese ruido.
Me giré y encaré su mirada asesina. Si las miradas mataran yo estaría bajo tierra ahora mismo, a unos quince metros de la superficie.
Dudaba de si decírselo o no. Adam me dijo que no se lo dijera a mi padre, pero igual le molestaba que se lo contara a ella.
-¿Realmente estas dudando de si decírmelo o no?-“sí” me gritaba la mente-. Icíar soy yo, no la maruja del pueblo. No voy a pregonarlo a los cuatro vientos por las calles.
-Es que no estoy implicada solo yo.
-¿Implicada? Dime que no te has desecho de un fiambre.
-¡No!-me lavé la cara y luego la enterré en la suavidad de la toalla-. Es algo de lo que mi padre no se puede enterar.
-No hablo con tu padre.
-Ya… ¿Me cubrirías por las noches?
-No sé, ahora lo estoy dudando-le agarré del brazo suplicante-. No me pongas esa cara… ¡Esta bien! Te cubriré.
Le dije lo que anoche había pasado, lo que Adam y yo íbamos a hacer y por qué. Taylor escuchaba con pasmosa atención a todo.
-Guau ¿Sacrificarlo?-asentí-. Os cubriré.
-Gracias.
hola alba :) recibiste lo que te envie hace tiempo? disculpa mi ausencia en la Blogsfera
ResponderEliminarSi, pero no me ha dado mucho tiempo a leerlo, porque estoy estudiando para las recuperaciones de septiembre y de vacaciones, asique no encuentro ni un minuto casi xD
EliminarPero lo que leí me estaba gustando un montón, me as sorprendido en muchas partes ;) Cuando tenga más tiempo me pondré y te contaré.
gracias :) por cierto por ciertas razones me cambiare a otra cuenta, cuando me pase por aqui con mi otro seudonimo: Firiel Casselius, recuerda que soy yo XD.
ResponderEliminarme alegra q te guste me tomo mucho escribir esa novela en especial Cassius fue el peor dolor de cabeza que un personaje me puede ser, maldita sea su mente turbulenta XDDDDDDDD
hola, al final terminaste esta historia? me gusta como narras :)
ResponderEliminarNo... Y debería... Pero como te he comentado en tu blog no hay tiempo. La verdad es que lo voy a intentar, porque tenía pensado que fuera una historia corta, a ver si encuentro hueco ;)
Eliminaren eso de medir el tamaño de lo que se va ha escribir, te pareces a mi xD presumo que algo tendra tantas paginas y resulta hasta el triple de eso a veces. Por ejemplo Sol fantasmal, el libro mio que te falta leer tiene como 460 pag y yo creia q qdaria cm en 200 lol
ResponderEliminarpor cierto. Tranquila, si no tienes tiempo, ya podras acabar, avisame a ver que tal quedó.
Jjajajaja, a si?? Yo me hago hasta líneas del tiempo para calcularlo todo xD Claro que luego a veces no queda como en un principio pensaste.
EliminarHola como te va? pase a recordarte que puse dibujos nuevos en mi blog, a ver que tal me quedaron :)
Eliminarsaludos.