Aquel día hice pellas y me quede en casa, velando por qué Lucifer se apiadara de Alan. Al ser criaturas de la noche, las leyendas dicen que, no podemos ir al cielo.
-¿Vas a convertirte en algo como el tío?
Miré y estaba el espíritu de Alan.
-Alan…estas aquí.
-No quería que hicieras estupideces.
-Voy a vengarte.
-La venganza no va ha hacer que vuelva. Te engallas a ti misma. Tú no matas, no eres como los demás, eres buena.
-¡Por qué soy mestiza! Yo…no soy una vampira pura sangre.
-Ni yo lo soy, esto…, era.
-Toda mi vida he sido buena, pero no permitiré que viva después de lo que te hizo.
-Entonces no iras al cielo. Siempre has sido buena por miedo de esa leyenda… ¿vas a echar por la borda todo lo que has conseguido?
-¿Tú muerte? Eso es lo que he conseguido.
-No. Tienes a Derek, a tus amigas, a tu familia…
-Ana ya no me habla-dije en llantos-estoy harta…
-Me tengo que ir. No voy a volver… se buena.
Cuando mi hermano se fue me preparé para la batalla.
Cuando llegué al bosque no le encontré. Estaban los árboles, la hierba, las flores, el barro… pero no sentía ninguna presencia.
Esperé, y cada vez me adentraba más en el bosque, que por momentos, se teñía de negro.
Una sumisa calma lo embriagaba todo y el silencio se apoderaba del lugar. No se escuchaban animales, ni el viento, solo la nada.
En ese momento algo me impidió el movimiento. Una cárcel de energía rodeaba mi cuerpo, en perfecto circulo que me impedía el movimiento más allá de sus límites.
-Es una prisión de piedras lunares, cárceles especiales para seres no humanos.
-Lo sé. Ahora es cuando te acercas con una estaca y me la clavas.
-Previsora-sonrió-. Disfrutaré librando al mundo de un vampiro pura sangre.
-Te equivocas… yo soy una mestiza.
-Es cierto, tienes mitad bruja. Si no te importa antes de matarte te voy a hacer unas preguntitas.
-Pues tú dirás, pero no esperes que responda a todas.
-¿Es cierto que tu tío es Tom le Blanc?
-Sí.
-¿El es el que quiere mantener a los le Blanc como pura sangre?
-Sí.
-Respondes rápido y sin dudar.
-Qué más da eso, todos los caza vampiros saben que es un canalla.
-¿Es cierto que si tus padres tenían otro barón las brujas os quitarían los poderes y seríais vampiros pura sangre tú y tus hermanos?
-Sí.
-Pero mataron al quinto barón ¿Quién fue?
-Información clasificada. Aunque lo supiera no te lo diría.
-Era un bebé.
-Que estaría condenado si viviese, y con el todos nosotros. Mejor uno que seis.
-Tuvo que ser una de las brujas, ellas no querían que fueseis vampiros.
Vacilé.
-Tu madre no fue. Una madre nunca mataría a su propio hijo.
-Sí, si con eso salva a los otros y al niño.
-Tu padre no, él quería que naciese ese niño.
-Cierto.
-¿Quién fue?
En ese instante se oyó lo que siempre se oye cuando Derek aparecía.
-¿Qué más da?-se bajó de la rama y dio una patada a una de las piedras, así el vínculo se destruyó y yo pude salir-. Ya no te servirá de nada.
-Derek eres…uno de ellos.
-Sí, y tú has intentado cargarte a mi novia.
No podía creer lo que acababa de oír, la palabra¨ novia¨ salida de los labios de Derek y refiriéndose a mí.
-Confié en ti…
-Lastima, eso suele fastidiar.
-Ahora os mataré a los dos.
Me abalancé sobre su cuello sacando los colmillos y mirando su garganta. Estaba a punto de morderle.
<< ¿Vas a convertirte en algo como el tío?>> << La venganza no va ha hacer que vuelva. Te engallas a ti misma. Tú no matas, no eres como los demás, eres buena. >> << No quería que hicieras estupideces. >>
Eran las palabras de Alan, que resonaban en mi cabeza.
En ese momento paré y me alejé de él.
-No…yo no mato…no soy como los demás, soy…soy buena. No voy a ser como mi tío.
-¿Adelaida?-Derek se acercó a mi tocando me el hombro-. ¿Qué pasa?
-No puedo matarle…no puedo matar otra vez-miré a Salvador-.Yo le maté. Mi madre me lo pidió y yo era una niña buena, yo ayudaba a mamá, y le maté.
-Fuiste tú…
-Yo hacía todo lo que papá y mamá decían, por muy horrible que resultara. Pero eso solo lo sabemos mi madre y yo…no voy a volver a matar, no soy como los demás, soy buena.
-Mataste a tu propio hermano…
-¡No quería!-empecé a llorar-¡No entiendes nada!
-Mátame.
-¿Qué?
-Después de escuchar eso no quiero vivir más. Sois seres despreciables. Mátame y vengarás a tu hermano.
-Vengarme no hará que vuelva…
-Pues te mataré yo por todo lo que has causado-se levantó y vino hacia mí con una estaca-¡Muere!
Derek se acercó a él y le mordió, sorbiendo tanta sangre que le mató.
Cuando cayó al suelo sus ojos estaban llenos de horror, como los de Alan.
-Está muerto…Lo has matado, Derek.
-Mejor él que tú-me miró limpiándose con una manga la sangre de la boca-.Yo si puedo matar, soy un depredador que no siente nada-se acercó a mi lentamente y sentí miedo-.No siento dolor, no siento compasión, no siento amor….excepto por ti.
-Derek…no digas…
Pero antes de poder decir más el me besó.
Ahora todo iría bien, arreglaría las cosas con Ana y explicaría lo que pasó a mis padres.
Tendría que contar muchas cosas, los hombres lobos, la chica lobo, Derek…
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