Ahora intenté zafarme de Derek más que nunca, pero este me apretó más fuste.
-Para ya, no vas a escapar de mí.
Quería correr con más ganas cada vez que los hombres lobo se acercaban más y más, pero Derek me agarraba con más fuerza.
Los hombres lobo se acercaban más y yo estaba aterrada.
-¡Suéltame!-estaba nerviosa, no sabía si porque eran chicos, desconocidos o peligrosos.
-¿Tienes miedo?-le miré a sus ojos verdes, caí en ellos como si fuesen pozos sin fondo.
Estaba histérica, no podía parar de intentar escapar. Sabía que no conseguiría zafarme de su mano, y que si corría los hombres lobo me seguirían y me atraparían.
Los mire a cada uno de ellos, Derek con sus cabellos oscuros y sus ojos verdes. El tal, Alcander con pelo gris, algo raro para alguien de su edad, ojos azules y de piel pálida. El que antes era el lobo marrón era un chico de tez morena, pelo castaño y ojos pardos. El lobo negro ahora era un joven de cabellos negros, ojos amarillos, algo raro para cualquier ser humano, y piel pálida.
Alcander se acerco a mí, yo tenía los ojos muy abiertos y estaba muy asustada.
-Es una Le Blanc.
Alcander se acerco a mí, yo tenía los ojos muy abiertos y estaba muy asustada.
-Es una Le Blanc.
El de pelo negro se acercó mirándome a los ojos.
-Claro que lo es, rubia, de ojos de un azul intenso, además ha mencionado ese apellido antes.
Mis colmillos se afilaron y empecé a sisear, aún con los ojos muy abiertos por el terror que me recorría. Sabía que no debía hacer eso, pero fue un acto reflejo ante la presión que sentía.
-¡Alcander, Anker!- gritó el de pelo castaño-, es una amenaza, ¿veis?
-¡Apartaros de mí!-otro reflejo por la presión-no os acerquéis a mí…
Derek aflojó la mano y noté que era mi oportunidad, cogí fuerza y pegué un tirón soltándome. Derek se sorprendió de la fuerza que hice.
Salí corriendo, tan rápido como podía.
-Se escapa…-Anker susurró a los demás.
-Esa fuerza…-Derek seguía sorprendido.
-¿Qué pasa con su fuerza?-Alcander miró a Derek.
-Que era demasiada para ser de una vampira como ella, estaba histérica.
-Artemis…
-Se que le pasa a esa garrapata.
Estaba a medio camino de la llanura, me giré y vi a los hombres lobo corriendo y al vampiro encima del gris. Sabía que me alcanzarían, pero en ese momento sentí una presencia conocida y me giré. Estaba allí, Elliot estaba detrás de mí, con los colmillos afilados, siseando y en postura de combate.
-Elliot…
-Corre, yo los distraigo- oír eso hizo que me pusiese a llorar, mi hermano mayor sabía lo que hoy iba a hacer y vino adentrándose en el bosque, y ahora estaba ahí, protegiéndome-¡Vete!
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